¿Dónde está Mark Zuckerberg?


¿Dónde está Mark Zuckerberg?

Esa es la gran pregunta de la semana. El CEO de Facebook no ha dado señales de vida mientras salían cada vez más detalles del escándalo, y tiene pinta de que aún tendremos que esperar.




Zuckerberg no ha publicado nada en su cuenta de Facebook, como es habitual cada vez que ocurre un evento como este, lo que debería indicarnos la gravedad del asunto.

Según representantes de Facebook, Zuckerberg está trabajando para resolver las cuestiones que ha levantado este escándalo. Sin embargo, ya hay voces dentro de la compañía que hablan de decepción en la reacción de su líder.

Una noticia que puede sonar preocupante es que Mark Zuckerberg fue el que más acciones de Facebook vendió en los tres últimos meses. Sin embargo, es poco probable que lo haya hecho en previsión de la publicación de esta noticia. Zuckerberg vende acciones de manera planeada, para financiar entre otras cosas sus proyectos filantrópicos.

Se espera que en las próximas 24 horas Facebook organice una sesión de preguntas y respuestas para sus empleados, y que Zuckerberg atienda.


¿Qué consecuencias legales puede sufrir Facebook?

Aunque la defensa de Facebook sea que todo es culpa del mal uso de los datos obtenidos por Cambridge Analytics, eso no ha servido para convencer a los gobiernos.

En EEUU ya hay senadores que hablan de obligar un mayor control y transparencia a las redes sociales. Y en Reino Unido han llegado a pedir la comparecencia de Mark Zuckerberg para que explique la situación, aunque en Facebook quieren intentar que sea otro ejecutivo el que de la cara.


¿Qué consecuencias económicas está sufriendo Facebook?

La bolsa no ha sido piadosa con Facebook, ni con el sector tecnológico por extensión. El lunes las acciones de Facebook cayeron un 7%, y se calcula que en los dos últimos días Facebook perdió 50.000 millones de dólares.


¿Deberías dejar de usar Facebook?

Que Facebook es una compañía que se mantiene en pie gracias a nuestros datos es algo que sabe todo el mundo; la manera en la que usa y vende el acceso a esos datos es menos conocida, pero también es bien sabida.

Puede que este escándalo sea el revulsivo que la compañía y sus usuarios necesitaban. Puede que sirva para que Facebook implemente condiciones más duras para aquellas compañías que usan sus datos.




Y puede que los usuarios sean más conscientes de su privacidad, que compartan sólo lo necesario y aprendan lo importante que es su vida digital.

Lo que parece claro es que esto no se va a olvidar en una semana, como otros escándalos de Facebook. Este es un problema que está enraizado en su filosofía de negocio, y puede tener consecuencias importantes. O puede que nos equivoquemos, y que dentro de una semana estemos todos pulsando “Me gusta” otra vez.

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