Hace ya unos años que podemos disfrutar de cargas ultrarrápidas en nuestros smartphones con tecnologías como VOOC Charge de OPPO o Warp Charge de OnePlus, antes conocida como Dash Charge. Pero en nuestros carros eléctricos la cosa es distinta; la carga rápida está reservada a modelos más caros y en muchas ocasiones depende de tecnologías propias. Esto último, no obstante, está cambiando a favor de incentivar el uso del carro eléctrico y aumentar sus infraestructuras.
Ahora los protagonistas de un nuevo avance son nada más ni nada menos que los chicos de BMW y Porsche, que están testeando un nuevo sistema de carga rápida en algunos de sus carros. Las cifras son impresionantes; 100 kilómetros de autonomía en tan sólo 15 minutos. Y hay mucho más.
Carga completa en unos minutos, el sueño que persiguen los fabricantes
Estas dos empresas pertenecen al consorcio Fast Charge, que como su nombre indica está empeñado en conseguir la infraestructura y tecnologías necesarias para que los carros eléctricos disfruten de una carga rápida como merecen. Las dos empresas han estado testeando nuevos sistemas con algunos resultados y algunos de ellos son, como decimos, impresionantes.
Si bien BMW y otras marcas ya probaron con algunas tecnologías similares, se precisaba de unos cargadores específicos de unos 465 kW. Ahora Porsche ha aumentado la potencia y el prototipo eléctrico de Porsche se sabe que ha roto el récord con una carga de 400 kW obteniendo 100 kilómetros de autonomía únicamente en 3 minutos. Aunque BMW lo hiciera algo más lento con un BMW i3 experimental, consiguió una carga de un 10 a un 80 por ciento en 15 minutos con una carga de 350 kW.
El sistema hace uso de una potencia que oscila desde los 500 hasta los 900 amperios que, multiplicándolos, alcanzan los 450 kW. En cifras es, aproximadamente, una carga 25 000 veces más rápida a la de un smartphone convencional, y hablamos (obviamente) de una potencia eléctrica muy superior. Porsche pudo acercarse a la velocidad máxima del cargador gracias a una plataforma de enfriamiento que mantuvo estable su batería de 90 kWh.
La tecnología necesaria todavía está por implantarse
Sin embargo estas tecnologías son bastante específicas y se necesita una infraestructura específica para funcionar. El consorcio usa el CSS, estándar de carga de vehículos eléctricos en Europa, y Tesla ya se comprometió a adoptarlo junto a la llegada del Model 3 a Europa. El problema es que estos cargadores experimentales son piezas de hardware que son caras y difíciles de crear con un enfoque puramente experimental.
El gran problema de los vehículos eléctricos es precisamente su tiempo de carga. Incluso los vehículos eléctricos más caros tienen un tiempo de carga algo más lentos de lo que nos gustaría y la adopción de sistemas de carga ultrarrápida es bastante lenta. Sin ir más lejos la carga máxima que alcanzan los vehículos de Tesla es de 120 kW. Los vehículos e-Tron menos populares de Audi pueden alcanzar 150 kW. Tesla planea comenzar a desarrollar súper cargadores mejorados el próximo año, pero esos solo aumentarán la velocidad de tal forma que veremos una carga el doble de rápida, que si bien es un avance queda lejos de las cifras que se han manejado en estos experimentos.
Lo primordial de este avance radica en que esto es un aviso del futuro. El sueño de poder cargar nuestros carros eléctricos en apenas unos minutos para poder recorrer grandes distancias no está tan lejos como hace unos años, y podríamos ver estos avances muy pronto.
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